sábado, 27 de octubre de 2012

Cultivos contra la enfermedad


Fresas con más antioxidantes que ayudan a controlar la hipertensión; sandía contra el dolor muscular y la diabetes; girasoles que reducen el colesterol e inhiben la aparición del cáncer. Varias compañías agroalimentarias, integradas en la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible, investigan nuevas variedades de frutas y verduras con mayores propiedades nutricionales y, visto lo visto, con un potencial saludable mayor que los cultivos tradicionales.


                                                                    FUENTE: Fitness para corredores

Dicen los expertos en marketing que sólo un 20% de los correos electrónicos que llegan a nuestra bandeja de entrada proceden de un remitente conocido. Somos víctimas del spam, y ese bombardeo de correos provoca en el destinatario hastío, hartazgo y un ansia de borrar que a veces le llevan a eliminar lo que quería conservar y a que le pasen desapercibidas informaciones que le son útiles. Esta semana, entre los tropecientos mensajes de boutiques on line, de webs de viajes y de mensajes eróticos ofreciéndome todos ellos cosas que no necesito (en este momento, al menos), se coló un correo de la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible que me resultó interesante y muy curioso.

Algunas compañías integradas en la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, integrada en la citada plataforma, investigan nuevas variedades de hortalizas y frutas con un mayor aporte de propiedades nutricionales que las tradicionales. Así trabajan en el desarrollo de un girasol con alto contenido en ácido oleico, es decir, con composición y propiedades parecidas a las de las olivas y, por tanto, materia prima más saludable para la producción de aceite. De hecho, su utilización ayuda a reducir los niveles de colesterol en el organismo. Incluso, asegura el comunicado, es capaz de “apoyar en la inhibición de algunos tipos de cáncer”.

La fresa tiene ya de por sí mucha vitamina C, el antioxidante por excelencia. Pero ahora esta asociación ha trabajado en una variedad que podríamos calificar de ‘enriquecida’, ya que tiene un contenido todavía mayor en antioxidantes, capaz de aportar el 27% de los oxidantes vegetales de la dieta y el 60% de las necesidades diarias de Vitamina C con una sola ración que tomemos. A estas propiedades hay que sumar su bajo contenido en hidratos de carbono y sodio y su riqueza en potasio, que convierten a estas fresas enriquecidas en una ‘bomba’ saludable en las dietas dirigidas a controlar la hipertensión.

                            FUENTE: techtástico
Pero la que más me ha llamado la atención es la sandía. Sabía que habían inventado sandías cuadradas, sandías sin pepitas, pero ahora además investigan una variedad que ayuda a reducir el dolor muscular a las 24 horas de realizar una actividad deportiva intensa. ¿Cómo lo consigue? Gracias a su alto aporte en L-citrulina, un aminoácido capaz de relajar el músculo en caso de fatiga. Además, ha demostrado tener efectos beneficiosos en diabetes o en dolencias cardiovasculares. Así que se acabaron los medicamentos, los remedios caseros y el agua con azúcar la noche antes de realizar un ejercicio que prevemos será lastimoso. Basta con comer una rodaja de sandía con propiedades medicinales, además de las que ya de por sí tiene esta fruta, rica, saludable e hipocalórica.

La lista no acaba aquí. También han investigado un maíz rico en hidratos de carbono, almidón y aminoácidos; un brócoli con alto nivel de glucosinolatos, asociados a la reducción del riesgo de cáncer; y un pimiento con alto contenido en antioxidantes naturales y vitaminas A y C, por si nos parecía poco lo que, hace apenas unas semanas, aprendimos que procuraba esta planta ‘venida’ de América: unos huesos y unos dientes más fuertes, un sistema inmunológico reforzado y un gran poder analgésico.

Los esfuerzos y los recursos invertidos en Investigación y Desarrollo no sólo van dirigidos a producir mejor, y proveer a los consumidores verduras y frutas más saludables y de mayor calidad. También, a producir más: nuevas variedades vegetales capaces de incrementar la producción, para dar respuesta a un crecimiento imparable de la población. Unas pautas que desarrollan de una forma eficiente y sostenible. “Nos encontramos ante el reto de producir una mayor cantidad de alimentos debido al incremento paulatino de la población, pero con un terreno cultivable que es limitado, el cual ha ido sufriendo degradación a lo largo de los años, y con un suministro de agua cada vez menor”, resume Antonio Villarroel, presidente de la Plataforma. 

En fin, más con menos. El resultado de estas investigaciones serán unos productos que nos ayudarán a afrontar cada día con más energía. Como superratones supermineralizados y supervitaminados, preparados para plantar cara al colesterol, la diabetes, el dolor muscular o el cáncer.

                                                             FUENTE: Perravida

martes, 9 de octubre de 2012

Quien tenga seguro que levante la mano



Las recientes lluvias torrenciales que afectaron a Andalucía y Murcia nos dejaron imágenes tan devastadoras que no podríamos imaginar ni en nuestras peores pesadillas; historias que no se las deseamos a nadie, ni a nuestro peor enemigo; y víctimas, muchas víctimas, algunas de ellas mortales. Sólo por citar algunas de esas escenas, pienso en el abuelo y la nieta arrollados por el agua, en coches arrastrados como si fueran cáscaras de nuez y en el puente que sufrió un colapso y que arrastró una furgoneta blanca. Afortunadamente, su conductor salvó su vida al saltar a tiempo del vehículo.

Pero si una historia se me ha quedado grabada es la del agricultor murciano que el año pasado sufrió las consecuencias del terremoto de Lorca y éste, el temporal. Dicen que no llueve sobre mojado, pero, en este caso, no se cumplió el refrán. Llovió (y vaya sí llovió) y devastó la cosecha de este (pobre) hombre de campo, que, con los recursos económicos al rojo tras la primera sacudida del temblor de tierra, había decidido no contratar seguro agrario. El suyo no es un caso aislado. La misma noticia nos informaba de que nueve de cada diez agricultores de la región murciana no tienen contratado ningún seguro agrario.

Quizá podríamos calificar de imprudentes a los agricultores murcianos, y también a buena parte de los agricultores españoles. Pero antes de entrar en calificativos, habría que matizar que muchos de ellos piensan que no se les compensa en la proporción que debiera cuando sufren una inundación, como en este caso, o son víctimas de la sequía, el pedrisco, las heladas, las plagas… Consideran que las aseguradoras  tienden a valorar los daños a la baja y no siempre les cubren todos los daños sufridos. Por eso, prefieren arriesgar del todo o asegurar sólo alguno de los cultivos.

El precio de los seguros agrarios varía en función de la producción y de la zona. ¿Son caros? Antes de perdernos en juicios de valor, quizás sea mejor aportar datos y que cada uno opine. La página web de Asaja León (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) da algunos ejemplos. A un agricultor que sólo tiene regadío y lo asegura todo, asegurar 10.000 kilos de maíz por hectárea en Esla-Campos le costará 11,67 euros. El mismo cultivo y en la misma cantidad le saldrá más barato en la zona del Páramo: 9,91 euros. Si en lugar de cereal son alubias de La Bañeza le costará 51.79 euros por 3.000 kilos. Estos precios nos dan una ligera idea de lo que varían los precios de los seguros según cultivos, zonas y si hay riego o no. Porque en secano los precios aumentan, casi se duplican, máxime si además nuestro agricultor no había suscrito seguro en la campaña anterior.

El Ministerio de Agricultura, en Madrid.

La sequía ha animado a muchos
agricultores y ganaderos  a suscribir

un seguro, lo que ha aumentado su
contratación en los últimos meses


Aunque en muchos casos los agricultores no confían en los seguros, circunstancias como la sequía animan a muchos de ellos a suscribir uno. Apurado te veas, como diría otro refrán. La situación de falta de lluvias ha incrementado la contratación de seguros agrarios. Los labradores buscan así que las indemnizaciones cubran parte de la merma de la cosecha y los ganaderos, recibir dinero para la compra de piensos y forrajes que sustituyan y/o complementen los pastos secos y agostados por la falta de precipitaciones.

A esta circunstancia especial de un año seco se suma la de unos presupuestos recortados por la situación económica, lo que ha hecho que se reduzca la partida del Sistema Nacional de Seguros Agrarios, que hasta ahora subvencionaba en un 50% la contratación de los mismos. El Gobierno central ponía el 40% y las autonomías el 10% restante. Pero la penosa situación presupuestaria ha hecho que algunas comunidades autónomas se hayan descolgado del sistema, entre ellas, Castilla y León, Murcia, Extremadura y Andalucía. Por pura matemática, el incremento de la contratación de seguros y la disminución de los presupuestos, ha llevado al Ministerio de Agricultura a reducir los porcentajes de subvención en las líneas de seguro a partir del 1 de septiembre.

En fin, con cada vez menos apoyos, más gastos agrícolas, en medio de una situación económica precaria, y con mayores riesgos y circunstancias sobrevenidas, ¿todavía se preguntan porque muchos agricultores no contratan seguro? Que cada uno saque conclusiones.

martes, 2 de octubre de 2012

El pimiento, cinco siglos entre nosotros

Rojos, amarillos verdes; dulces y picantes; morrones, guindillas, alargados o rectangulares; de Gernika, Padrón, Lodosa, El Bierzo, Fresno-Benavente… Seguro que lo habrán adivinado, les hablo del pimiento. Y estoy desbordada, tanto por la gran cantidad de variedades que existen -300 sólo en el catálogo nacional-, como por las propiedades de este producto, que lo mismo sirve de analgésico que de diurético, que viene igual de bien al que quiere adelgazar que a la embarazada que procura el bienestar para su futuro bebé. Dicen que es falso el mito de que es una bomba para el estómago… salvo que nos pongamos tibios a chiles mexicanos, claro. Es una bomba, pero para la buena salud, con más vitamina C que los cítricos o los kiwis. Por algo los españoles consumen una media de casi 5 kilos al año, ¿o quizá habría que comer más?


La feria del pimiento de Benavente. Se celebra cada año
en septiembre, una semana antes de la de Fresno de la Vega.
 El pimiento está tan presente en la dieta mediterránea que parece mentira que sólo lleve entre nosotros algo más de cinco siglos. Originario de América, concretamente de México, Bolivia y Perú, Colón lo trajo en 1493, tras su primer viaje. Cuentan las crónicas que, precisamente, el descubridor fue en busca de un camino más corto a las Indias para traer las especias. Más en concreto, la preciada, mágica y misteriosa pimienta. Esta hierba llegaba a Occidente por las rutas comerciales, pero, durante muchos siglos, su procedencia concreta era un enigma, el secreto mejor guardado. Finalmente, a finales del siglo XV, los Reyes Católicos sufragaron el viaje y Colón no llegó a la India ni dio con la preciada mercancía que buscaba. Se encontró con un continente nuevo, América, y un producto igual de nuevo, el pimiento, que, en un primer momento y por su sabor picante, confundió con la pimienta. De ahí, el nombre tan parecido.

Así que, recapitulando, junto con el tomate y la patata, esta verdura de la familia de las Solanáceas y del género Capsicum llegó de América. Así lo aprendimos nosotros, pese a que algunas pistas (¿falsas?) nos lleven a poner la Historia en tela de juicio. Como es el caso del descubrimiento de un sarcófago del siglo XIII en Villalcázar de Sirga (Palencia) con un pimiento esculpido. ¿El escultor era un visionario o, entonces, cómo puede ser que hubiera reproducido un pimiento? La explicación es que el adorno de la tumba de la noble de la familia Pimentel enterrada allí se debe a una restauración posterior. Para entonces, se supone, ya había pimientos en la península. Y si, como yo, se hacen muchas preguntas, les resultará sospechoso que haya un apellido, Pimentel, antes del objeto que aparentemente le da su nombre, el pimiento. En realidad, el apellido que llevaban los Condes de Benavente procede de la ‘pimienta de agua’, una planta que crece en los canales de agua y en los regatos, con frutos de sabor picante y cáustico.

Cuentan las crónicas que Colón
emprendió su viaje en busca de una
nueva vía a las Indias y de la pimienta;
en su lugar, se encontró América y el pimiento

Procedente de América, el chili, como lo llamaban los indígenas americanos, se adaptó muy bien a las condiciones de la península. De hecho, España se ha convertido en uno de los mayores productores del mundo. Ya decíamos que había 300 variedades en el Catálogo Nacional, además de contar con 6 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y 3 Denominaciones de Origen (DOP), además de 2 DOP de pimentón y otros derivados. Entre ellas están el famoso pimentón de la Vera y el de Murcia, los pimientos de Gernika, Herbón (el de Padrón), piquillo de Lodosa, el pimiento asado del Bierzo, pimiento de Arnoia, Oímbra, Couto, Fresno-Benavente y Riojano.

No todos pasan por su mejor momento. Este verano me llamó la atención una noticia que alertaba de la caída de la producción en El Bierzo. Detrás estaba la falta de consumo de este producto. De hecho en 2011 quedó sin vender el 60% de la producción de pimiento asado. Así que las conserveras no han querido pillarse los dedos en este 2012 y han pedido a los agricultores que no siembren tanto. Mientras esta comarca leonesa vive su peor año desde la creación de la IGP, otra de reciente creación, la de Fresno-Benavente, ha duplicado el número de hectáreas de este cultivo.

España es una de las principales
productoras mundiales, con 300 variedades,
5 Denominaciones de Origen Protegido (DOP) y
6 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP)

Dada la gran cantidad de variedades que existen, es difícil dar unas pautas generales para su siembra. En este punto de Castilla y León desde el que les hablo (Benavente y Los Valles), que puede presumir de un excelente pimiento morrón, en febrero se planta el semillero. Para crecer, la planta requerirá de una ‘cama caliente’ y de una buena capa de estiércol sobre la que poner la tierra con la semilla. Una vez que tengamos el plantón, lo transplantamos a la huerta en la primavera, garantizándole sol y calor. En septiembre tendremos esos pimientos morrones, carnosos y sin manchas, que garantizan un aporte calórico importante, mucha agua, mucha fibra y escasas grasas.

El pimiento es una buena fuente de vitaminas: E, A, B1, B2, B3, B6 y C. De hecho tiene más vitamina C que los cítricos y los kiwis: 60 gramos al día nos aportarán la cantidad aconsejada. Es rico en minerales (fósforo, magnesio, potasio y calcio), ácido fólico, carotenos, capsantina y beta carotenos. Todos estos componentes favorecen la formación de colágeno, huesos y dientes, el crecimiento del cabello, mejoran la visión, refuerzan el sistema inmunológico, tienen efectos antioxidantes, poder analgésico, ayudan a quemar grasas… La lista de propiedades es muy larga. Como este artículo. Y como no quiero ser pesada, voy poniendo fin a mi particular oda al pimiento. No sin antes animarles a que coman muchos, por su salud y por la economía del sector agrario. No sé ustedes: yo -lo confieso- tendré que empezar a recuperar el tiempo perdido de muchos años sin consumirlos. Ahora –se lo garantizo- me encantan.